El
cielo se oscurecía esa tarde de domingo,
las
noche fría de la espera se acercaba,
"cada
día es uno menos" él decía,
y
ella, en el silencio,lo soñaba.
Cerró
los ojos suavemente
pasó
sus manos tibias por su cara,
lo
imaginó tendido a su costado
como
si entre sueños la acunara.
Logró
verlo cuando él se desvestía
y
acomodó su cuerpo entre las sábanas
su
amo Roble estaba ahí, con ella
y
ya...nada mas le importaba.
Abrió
sus piernas lentamente
y
sintió que su mano la palpaba
un
temblor de ardor sentía
mientras
todo su ser se preparaba.
La
penetró en silencio y muy despacio
sintió
sus movimientos, y gozaba
todo
su miembro erguido y suave
le
hacía recordar quien dominaba.
Y
fue un gemido desgarrado
y
fue un alarido de placer
ella
le dio a su Amo Roble
todo
su cuerpo, toda su alma, todo su ser.
17 de agosto de 2009
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