Imágenes sumisas

Una kajira guarda celosamente la llave ...esa que abre las puertas de las fantasías secretas de su Amo

Sus manos sujetan las sogas que acarician mi piel sumisa...

Con cada cuerda que amarra, más me posee...

Como si fuera su marioneta , los hilos invisibles que maneja en mí , hacen que dance para su placer y le sirva...

Gozando a la distancia

Una vez más, mi Amo supo hacerme saber por qué es quién es y por qué estoy junto a él.

Desde hace tiempo nos conectamos de maneras diferentes,unas convencionales y otras no tanto, donde sólo se puede llegar cuando se ha establecido un vínculo tan estrecho que es capaz de sortear las más grandes distancias.

Y fue esta tarde cuando sonó mi teléfono y lo oí darme las órdenes más dulces y firmes:

_Raela, quiero que te acuestes y pienses en cada palabra que voy a decirte...quiero que te desnudes y sientas mis manos acariciándote suavemente...

Su voz calaba dentro de mi de una manera subyugante, como si estuviese frente a él dispuesta a servirle.

_Quiero que tus manos, sean las mías y recorras todo tu sexo buscando la humedad que puedo sentir ya por mí...así Raela...más...eso es...

Como hechizada por sus palabras, sólo dejaba que él guiara mis actos, y comencé a sentirlo en mi. Pude sentir su cuerpo rozándose con el mío, su piel erizándo la mía...y su sexo abriéndose paso en el mío...

_Raela, esto sólo es la antesala de lo que te haré cuando estés frente a mi y de lo que gozarás para tu Amo.

Y en ese mismo instante,mi cuerpo explotó como tantas veces lo hizo desde que lo conocí.

Y sé que él también gozó de haberme hecho sentir tanto placer.

Los límites del placer

Estaba conversando con mi Amo y curioseando en algunas páginas sobre el BDSM como para acrecentar conocimientos sobre el tema y de pronto, tuve la necesidad de compartirlo.

Hace tiempo que nos sumergimos en este submundo y aún no recorrimos ni medio camino.De ahí su necesidad de buscar más experiencias, de encontrar nuevos límites para traspasar, de intentar cada día vivir más en plenitud esta experiencia maravillosa de darnos placer .

Vimos así que son más los que hablan que los que hacen.Son muchos los que amparados tras el teclado dicen vivir experiencias fabulosas de dominación y sumisión, y dan cátedra como si hubiera alguna palabra suprema en esto.Y son pocos quienes se animan a vivirlo, a darse permiso de sentir ilimitadamente.

Creo que de eso se trata.No hay límites a la hora de sentir.¿Quién puede decir que está bien y qué está mal? ¿Quién puede decir que ya ha probado todo? Y con esto no quiero decir que haya que hacerlo, de hecho, lejos de nosotros están las drogas convencionales o las prohibidas.Hablo de probarse a uno mismo, de buscar hasta dónde somos capaces de llegar para hacer sentir placer al otro y a la vez, sentirlo uno mismo.Y como si fuera una verdadera droga que te va llevando a consumirla más y más, esa búsqueda del placer, no tiene límites.